La influencia de Dios siempre está con nosotros.
Jacob construye un altar para Dios en Bet-el con el propósito de agradecer la influencia constante de Dios en su vida aún en los momentos de angustia. Bet-el significa Casa de Dios o Casa del Pan. Para nosotros la iglesia es esa casa donde recibimos pan caliente. Jesús dice: Yo Soy el pan que da vida... Si comemos de ESE pan seremos saciados.